Al mediodía del 11 de noviembre de 1887 George
Engel, Albert Parsons, August Spies, y Adolph Fischer (todos ellos
anarquistas y sindicalistas) fueron conducidos por sus carceleros a la
horca, acusados falsamente de los hechos de la Revuelta
de Haymarket. Emprendieron el camino hacia la horca entonando La
Marsellesa Anarquista en aquel día que después sería conocido como el
«viernes negro».
Las últimas palabras de Engel fueron "Viva la
anarquía", gritadas en su idioma materno, el alemán. Spies gritó: "la
voz que vais a sofocar será más poderosa en el futuro que cuantas
palabras pudiera yo decir ahora''.
En honor a ellos se celebra el Primero de Mayo.
127 años después seguimos reivindicando su memoria y lucha en contra de
las tergiversaciones que han recibido por parte del Poder o por sus
aspirantes.
¡Viva la Anarquía!
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- Octavilla para el Primero de Mayo editada por el Ateneo.
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